La esperanza

No creo en ella, la esperanza solo se trata de paciencia, de crear un mundo de ideas que puedan pasar... pero nunca de crear algo con tus manos, solo esperas.

Son anhelos que te irritan, te frustran... esperas que algo pase e inmediatamente esperas que no suceda lo contrario, te debilitas y te derrotas por creer que algo no va a suceder que pierdes el control de ti mismo, colocas metas en tu vida intentando tener un seguro de vida, un seguro que te diga que algo no va a suceder... pero lo único que es seguro es que todo es probable.

Solo puedes esperar que todo caiga en una probabilidad, para esperar que este mundo no sea tan feo.

Nacimiento

Empezó antes de darme cuenta.

Mientras veía mi ignorancia y mis ganas de ser distante me impuse una moral, pensé que tendría que seguir mis impulsos antes de pensar las cosas con celo y fortaleza.

La vi por primera vez, callada, otra persona completamente diferente a la que conozco ahora, ni su alma vio lo que yo vi ese día. Sus ojos se abrían y su respiración era perfecta, parecía una obra de arte hecha especialmente para mi. Sin embargo permanecí en silencio.

La veía como a las demás personas, no tenía una idea clara de que es lo que quería en ese momento; estaba dormido.

Una parte de mi despertó ese día, ella se dió cuenta de que yo existía, no tuvo miedo de hablarme, no me juzgó, solo dijo las cosas que tenía que decir en el preciso momento. No cuidaba sus palabras, no se reprimía solo hacía lo que quería hacer sin sentir miedo.

Si ella supiera lo que siento o lo que quice decir en ese momento seguramente no entendería, porque tenía dudas, tenía la idea de que yo no puedo querer a nadie, rompió en mi el pensar que ni una mujer iba a poder hablar conmigo libremente, sin pensar de que yo soy alguna clase de loco.

Pasaban los días y yo seguía confundido, la confusión me comía vivo, ella no salía de mi mente. Aún mientras tocaba mi guitarra ella aparecía con sus ocurrencias, haciendome sonreir sin razón alguna, me daban unas fuertes ganas de estar con ella y yo seguía negándome. No quería sentir más cosas realmente tenía mucho miedo a querer a alguien, no quería que acabara una amistad con ella, a ella no la quería perder, ella es muy importante para mi.

Entonces sucedió algo en mi cabeza, no podía parar de repetir su nombre, mis ganas de volver a verla no paraban de repetirme que tenía que hablarle, tenía que decirle. Entonces la busqué y le pedí estar con ella usando de pretexto cualquier cosa; con ello mi mente se separó en dos, ya no podía seguir negandome, quiero estar con ella, hace mucho que no sentía esas ganas fuertes de estar con alguien, poco a poco surgió la idea en mi cerebro y fué creciendo exponencialmente, empecé a obsesionarme con saber si sentiría lo mismo por mi, me preocupé por ella realmente quería seguir viendola y amanecer los dos juntos platicando de cualquier cosa, quería saber como estaba y sentirla cerca, tal vez solo sentirla, quería conocerla.

Y aún siento la necesidad de pasar mucho tiempo mas a su lado, conociéndola.

Y como lo mencioné antes...

Nacieron en mi las ganas de tener a una mujer a mi lado, tener una mujer como ella, de tenerla a ella, de tener a mi lado a Brianda.

La rosa

La rosa parecía hecha de puro cartón, seguía en las manos de quien no merecía...

La rosa era vendida como una puta barata, la rosa entonces era quien decidía con quien marchitarse.

La rosa seguía su camino sin andar, solo era llevada por los lugares oscuros y siniestros, no pedía ser cortada, no pedía ser regada.

La rosa sin embargo seguía viva, la rosa no comprendía cual era la diferencia entre morir y vivir.

La rosa soltaba poco a poco veneno por las espinas, la rosa se negaba a sentir el sol.

La rosa entonces lloró, por primera vez utilizó la lluvia como lágrimas, porque la rosa quería llorar por primera vez.

Entonces la rosa se cansó de llorar y retiro uno por uno de sus pétalos, porque la rosa ya no quería llorar con la lluvia, ni crecer con el sol.

La lluvia entonces dejó que la rosa tomara una forma nueva, una rosa nueva, distinguida y rosa.

La rosa encontró por fin en donde sembrarse, pero la rosa sabía perderse, la rosa sabía ser sabia.

La rosa se hizo uno con el viento, esta vez el viento se encargaría de secarle por última vez, la rosa era feliz... por fin podía marchitarse en paz.

Pero la rosa entonces se sembró.

La rosa entonces maduró.

La rosa perdió su color rosa... la rosa entonces ya no tenía espinas.

La rosa entonces se perdió.

La rosa entonces tendría que esperar mucho más tiempo en marchitarse.

Luego entonces la rosa marchitó.