Se siente bien, los chinitos pintados color rojizo, lo que en un momento me pareció eterno de pronto desapareció. Quería hacerla tan feliz como ella me hizo.
Me decía mi niño precioso, me acostaba sobre sus piernas y podía estar todo el tiempo posible acostado, esperando a que me rascara mi cabeza.
A veces pensaba que eso pasaba en todas las familias, pensaba que eso era normal.
Un tesoro que puedes recordar solamente.
Con sus largas uñas me rascaba mi oreja, eres insustituible Julis.
Te quiero abrazar otra vez, espero que ya estés descansando yo mientras me voy a acordar como lo más bello.
