viernes, 6 de mayo de 2016

Dormir y despertar.

Su linaje real se atreve a visualizar un poco la destellante luna, en la inmensa realidad

No hay forma de apagar las luces de sus ojos

Y si tan sólo se atreviese a culminar su cuerpo, estrellando la última voluntad de su aliento, jamás dejaría de repetir el llanto que lo consume por no saber qué hacer; sólo la idea de seguir viviendo en tal locura le atormenta al paso del tiempo.

Comprende que la idea de vivir es infundada, no nata.

Niega todo el espacio que cada vez es más pequeño.

Roba la luz del amanecer a sus ojos, con cada lento aprendizaje que la mañana le niega, saborea los labios de su amada Brianda.